Día 1 — Preparación
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Llená el mate con yerba usada y húmeda (la del último mate que tomaste).
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Apretala un poco para que quede bien compacta y absorva toda la calbaza.
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Dejalo reposar 24 horas.
¿Por qué no usamos agua hirviendo ni agregamos agua al curado?
Porque la calabaza ya absorbe la humedad de la yerba usada, que es suficiente para hidratarla y empezar a sellar sus paredes internas.
Este proceso evita que la calabaza se raje por exceso de calor o por no estar totalmente madura, y además ayuda a que tome su sabor característico
📆 Día 2 — Segunda hidratación
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Vacía el mate y enjuagalo suavemente (sin raspar las paredes).
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Volvé a llenarlo con yerba usada y húmeda.
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Dejalo reposar otras 24 horas.
📆 Día 3 — Secado
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Vacialo.
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Enjuagalo sin jabón.
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Ponelo boca abajo en un lugar ventilado hasta que se seque bien.
Listo. Ya está curado.
A partir de ahora podés usarlo todos los días.
